top of page

El ruido del fondo

El jueves Germán cantó una canción. Y yo no sé si empecé a llorar antes o después que la melodía. Ni si dentro o fuera. Que hace tanto tiempo que me siento fuera que ya no entiendo de límites espaciales.


Pero, algo atravesó la barrera del cuerpo e impactó directo. Dentro de verdad. Y tuve esa extraña lucha contra la lágrima que quiere sonar. La que duele más que la lágrima soltera y silenciosa. La que no viene bien en un concierto de gentes sentadas a dos metros de distancia. Sin tocarse, ni mirarse.


Lloré por mi y por todas las Claras que llevaban tiempo sin llorar. De verdad y sin mesura. Regando una planta. Y lágrima tras lágrima y lágrima tras lágrima imaginé lo que decía esa voz bonita. Que caminaba hacia ningún lugar gritando muy fuerte. Necesitando algo y sin saber qué.


No sé. Quizás esa voz quería decir algunas cosas. Las que te ha contado mil veces. Antes de dormir, sobre todo en su cabeza.

O quizás solo era una canción bonita. Que alivió este puto ruido.

Comments


bottom of page